Días de Cádiz, de famiglia y de Aponiente. De atardeceres frente al Atlántico y de confesiones con el indescriptible, enorme Rancapino (maestro de Camarón o Poveda) ese viejo que canta desde las entrañas con faltas de ortografía. Frente a la Caleta —el sábado, un café y la típica frase tonta en el azucarillo: «La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse»… qué tontería, sentencia Ranca, no hay que aprender a olvidar. Hay que aprender a aprender.

Así que no hagan caso al título: Cosas que olvidar. Y es que tiene razón el fulano, hay que aprender. Y el camino más corto para encontrar un tesoro es ponerse a buscarlo.

La verdad sólo tiene un camino. Y sabes perfectamente cuál es. La diferencia no es quién lo descubre —eso es fácil, sino quién lo toma.

Puedes elegir. Siempre. And you can either choose to live life to the fullest or with regrets. Las cosas suceden, sin más. No es justo, ya lo sé. Pero es lo que hay, las cosas pasan. Las buenas y las otras. That´s life: Sólo nos queda trabajar duro, bailar sin descanso y pagar otra ronda.

Basta de compromisos y de brindis que no quieres hacer. Hay que ejercer el derecho a no levantar la copa. A ser un poco Gambardella: El descubrimiento más consistente que he hecho tras cumplir 65 años es que no puedo perder tiempo en hacer cosas que no quiero hacer.

We took a chance. And we failed. La sentencia es de Larry David —lo amamos— y así es, tan fácil, tan difícil. Hay que intentarlo.

Quien dice mucho «yo soy» es porque no tiene quien le diga «tú eres». Qué aburrimiento el yo, yo, yo constante.

Un acto —por pequeño que sea, vale más que un millón de pensamientos. Cosas de Ai Weiwei.

No patelees, no mires de reojo (ni por encima del hombro) no pierdas el tiempo, no te quejes tanto.

El hecho de que hayamos perdido cien veces antes de empezar no es motivo para que no intentemos vencer, Atticus Finch.

Las cosas ligeras no valen un duro; hay que cantar despacito, como tocar la guitarra, bailar o hacer el amor. Lo importante es emocionar.

No acumules. Gasta en un buen perfume, camisas blancas y un buen colchón. No escatimes nunca en comer ni en beber, no sacrifiques un viaje por culpa de la pereza, sé generoso. Siempre.

El amor nunca trae nada bueno, el amor siempre trae algo mejor, bendito Bolaño.

Salú.

22 abril 2014